Las Distancias de los Hombres

No quiero olvidar que mi abuelito deambulaba con camisas viejas, las uñas llenas de tierra y los pies callosos, cultivando una tierra árida a donde el Estado no llegaba. No quiero perder nunca el norte. No quiero olvidarme de quién soy y de dónde vengo. No quiero cargar con el inmenso peso de un ego prestado.

A veces me vuelvo arrogante. O por lo menos eso siento. Después de tantas luchas, es inevitable mirar atrás y sentirse con superpoderes. Y a pesar de tanto, quiero recordar que estoy dónde estoy gracias a la generosidad de la vida. No quiero olvidar.

Estoy viendo el Tigre Blanco y me pregunto ¿por qué nos separan abismos? ¿Por qué hay hoyos tan profundos entre los humanos que nos hacen vernos como extranjeros en un mundo dónde todos los cadáveres se llenan de gusanos y todas las tumbas tienen lápidas que el tiempo borra?

Eso extraño de la niñez. Cuando podía jugar con quién se me antojaba, sin miedo a nada. Extraño la sabia inocencia de sabernos fraternales.

Publicado por WalkingtoRest

Ich bin Iván

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