Tiempos Tristes

Aunque de dientes para afuera suelo decir que mi cumpleaños es el momento más importante del año, para adentro sé que es un día triste. Especialmente ahora, que en dos días cumplo treinta y me comienzo a cuestionar en qué voy, frente a todo lo que soñé.

Por razones que no entiendo, mi cumpleaños y la navidad, son días que no me gustan del todo. Quizás porque más de una vez los he pasado solo. Quizás porque no mucha gente se acordaba de mi cumpleaños cuando era niño. O tal vez sea un tema de expectativas: De niño sentía que no era muy importante para nadie.

Aquí es cuando viene la reflexión sobre el amor. Mis papás, hermanos y amigos han dado siempre lo mejor. Pero nunca he sentido que sea suficiente. Me llevaba la sensación de que siempre era un apéndice de sus vidas. Nunca alguien verdaderamente importante. Nunca me sentí profundamente amado.

Eso sumado a que por estos meses he dejado que florezcan mis rabias, las profundas, me ha llevado a un estado muy amargo ¿de qué rabias hablas, Iván? De haber crecido en un hogar homofóbico, con violencia física, lleno de gente acomplejada que nunca me permitió abrir mis alas al mundo. Y sí, he tenido pensamientos oscuros. Me he permitido sentir ira por mi mamá (tema tabú en Colombia). Me he permitido odiarlo todo. Todo.

Me ha comenzado a picar el mosquito de la soledad: La crisis de los 30 de los gay. Tengo miedo a vivir una vida sólo coincidiendo con tipos fríos e insensibles. En este punto me pregunto ¿es el amor lo que imaginé?

Publicado por WalkingtoRest

Ich bin Iván

Deja un comentario

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar