Sí, tengo mis blogs para quejarme hasta el cansancio. Para llenar de basura entradas sobre mis penas. Sobre mis sentimientos más tóxicos, sobre un día a día que pocas veces me ha satisfecho.
Hoy mientras caminaba, analizaba las sensaciones de mierda que tengo todos los días. Una de esas. Otra de esas. Y me di cuenta que la tristeza, el miedo y la depresión duelen físicamente. Creo que después de tantos años de lidiar con varios problemas mentales, me he dado cuenta que esos sentimientos son anormales y que a mi cuerpo le duelen. Duelen en el pecho, en la piel, en las plantas de los pies.
Y me pregunto si mi cuerpo no ha tolerado mucho con tanta negatividad. Una negatividad que vi en mi mamá, mi papá y mis hermanos. Una negatividad que también, de alguna forma aprendí. A veces, ya agotado de esto, me pregunto si un día podría darme una ansiedad o depresión tan fuerte que de una vez me mate físicamente. Que no sea una molestia, sino que sea aguda y me quite la vida.
Intento vivir pero tengo muchas cosas que me estresan. Los sucios depresivos con los que vivo, no poder entender el alemán en el trabajo, el colega de mierda que me tocó, la soledad y los malos recuerdos. Qué mierda, no entiendo por qué putas a unos nos ponen a vivir cosas tan duras. En serio qué mierda.