Lo que más extraño de tener pareja es que alguien me abrace al dormir. La ternura, sentirme especial para alguien, tener un mundo secreto sólo para dos. Llevo varios años soltero. Creo que en parte por mi culpa. A lo mejor soy muy exigente y no siempre muestro lo mejor de mí cuando estoy bajo presión. No obstante, tampoco puedo negar que días como hoy quisiera un abrazo.
Conocí el sábado a Oliver. Su forma de ser es muy linda, está pendiente de mí, me escribe frecuentemente y no es difícil de tratar. Sin embargo, no me gusta físicamente. O por lo menos no todavía. Entonces surge esa frustración que llevo a cuestas. No entiendo por qué no puedo dar con un hombre que me guste en todos los sentidos. Siempre doy con hombres que no me gustan físicamente. Luego me enamoro y luego todo es una tragedia. Siempre termino sintiéndome culpable porque al final busco a otras personas que sí me atraigan. Y a menudo, esas personas que que sí me atraen, o no se fijan en mí, o no tienen nada qué dar aparte de su cuerpo.
Qué dilema.